Andreíta, Puigdemont y María Romay, los ofendidos del Carnaval de Cádiz

Carnaval de Cádiz

2018: El Carnaval que acabó en los juzgados

Temas como el de Andreíta, la independencia de Cataluña o el papel de la edil de Fiestas podrían traspasar la puerta de los juzgados

Por  14:58 h.

Andreíta, la independencia de Cataluña, el disfraz de Diosa Gades….el Carnaval 2018 estaba abocado a acabar en los tribunales y así será. Lo más curioso es que después de las amenazas judiciales y los daños colaterales denunciados por Andreíta o los indepentistas catalanes a raíz de las letras de varias agrupaciones, finalmente será la propia concejala de Fiestas del Ayuntamiento de Cádiz, María Romay, la que culmine una peligrosa tendencia de judicializar el Carnaval de Cádiz. Sin duda, el Carnaval de Cádiz 2018 pasará a la historia por una confrontación sin antecedentes entre la fiesta y la justicia.

 

En esta ocasión, no ha sido una copla interpretada sobre el escenario del Gran Teatro Falla la que ha provocado este litigio judicial sin precedentes, sino un artículo de opinión escrito por el autor Rafael Pastrana, del coro Los Chimenea, contra la edil de Podemos, María Romay. En dicho artículo, el corista vierte una serie de acusaciones sobre la influencia de Romay en el veredicto del jurado del Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz, así como comentarios hacia la indumentaria que lució la concejala durante la Gran Final del Concurso del Falla, con la que quiso retratar a la estatua de la Diosa Gades.

 

Todo ello ha desembocado en una denuncia por presuntas injurias, calumnias y un delito de odio por cuestión de sexo, que la concejala está dispuesta a llevar hasta las últimas consecuencias y con la que pretende zanjar este tipo de comentarios. Sin duda alguna, una acción sin precedentes, más allá de las habituales trifulcas y disputas entre políticos y agrupaciones que han protagonizado numerosas ediciones del certamen pero que nunca han llegado tan lejos, quizás porque nunca hasta ahora, estas acusaciones habían sido publicadas por escrito, con el nombre del autor, y de forma pública.

 

A esta denuncia se unen la ya anunciada por el abogado de Andreíta, la hija de Belén Esteban, a raíz de una letra interpretada por la chirigota ‘Una corrida en tu cara’, por el que la joven se consideró ofendida, así como las amenazas vertidas por diferentes entidades independistas catalanas, de llevar a los juzgados a varios grupos por sus burlas hacia el ex presidente del Parlament, Carles Puigdemont.

 

Polémicas del Carnaval de Cádiz

 

Aunque ahora parezca una práctica habitual, hay que remontarse varios años atrás para encontrar una denuncia en el terreno carnavalesco en relación a una opinión vertida sobre otra persona o entidad. El más reciente es la denuncia que recibió la chirigota del Taka por parte de la Policía Local de Cádiz por un pasodoble en el que los agentes se vieron ofendidos. En este caso,  el juez archivó la denuncia del Sindicato de la Policía Local (SPL) al no apreciarse elementos objetivos como para llegar a catalogar como injurias o calumnias las letras que la agrupación dedicó a las fuerzas del orden.

 

No llegaron a este punto otras agrupaciones que desataron una gran polémica en su época como la chirigota de Noly, Cárdenas y Peñalver, ‘Los bufones de Doña Teófila I y esperemos que última’, que muchos rumores la situaron fuera de la Final a consecuencia de la feroz crítica al PP y a la ex alcaldesa. También protagonizó un enorme rechazo en el sector eclesiástico y político la chirigota ‘Los tontos de capirote’ de Javier Osuna, que incluso aseguró en su libro ‘El periodismo en tiempos de Carnaval’, que llegó a ser censurada por sus letras. De hecho, el autor cuenta que el que fuera alcalde de Cádiz, Carlos Díaz, recibió una propuesta de un miembro del PP para que el Pleno del Ayuntamiento impidiese que la chirigota pasara a la Final, algo que no ocurrió.

 

Sin duda, la polémica ha ido de la mano del Carnaval de Cádiz a lo largo de la historia, sin traspasar nunca las puertas de unos juzgados que, hoy en día, amenazan el futuro y la supervivencia de esta fiesta. Los tiempos han cambiado.