La canción de Cádiz

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La canción de Cádiz

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Letra y música: Constantino Tovar Verdejo.

Paso por Preliminares

Puntuación: ****

San Benigno
Estos artistas de Cádiz lo empiezan pasando mal porque no les llega la inspiración. Por supuesto las musas llegan en forma de rimas, de temas para pasodobles y cuplés. Qué barbaridad, vaya voces. Aquí están las canciones de Cádiz, las canciones de Carnaval. Escritas por uno de los grandes, interpretadas por algunos de los mejores. Gran presentación. Vamos con los pasodobles. Preciosa la música, desde el primer acorde. Yo no voy a faltarte, aunque un jurado me humille. Otra vez me tiro al ruedo, otra vez subío al alambre, no hay sitio aquí pá los cobardes. Vuelven para decirte, Cádiz, que si algún día ves que ellos faltan de estas tablas es porque te lo dieron todo y ya no les queda nada. Impresionante. Ya hay uno que se quiere tirar del Gallinero, normal. El segundo pasodoble se lo dedican a su último poeta, que se marchó en soledad y tan sólo escuchó hipocresía de los que hoy juntan letras. Muchos carnavaleros fueron a visitarlo el último día, pero pocos se preocuparon de que meses antes ni cama tuviera. Si no es por sus amigos y los vecinos de su calle pudo pasar necesidades. Tino vuelve a cantarle a Pedro Romero con el alma. ¿Dónde estaban tantos colectivos carnavaleros?, con dos coronas no se pagan tantos años de coplas y verdades de Pedro. Y al que le duela que reviente, que ellos cantan lo que sienten. ¡La que estás formando Tino! Un cuplé para Teófila, que consigue todo lo que se propone. No deja ni cambiar el canal en las pantallas LED, pero nunca tendrá su nombre en una lata de Coca-Cola. Cádiz, siempre la misma canción. El segundo cuplé para la pechá de caramelos en la cabalgata de los Reyes Magos, les cabían todos en una mano. Por más que pedían, les decían que no. Se fueron para Melchor para pedirle una explicación. Les dijo que no se echan caramelos mientras estén parados, y ellos le contestaron que para como está Cádiz muchos habían tirado. En el popurrí explican cómo es el proceso creativo de los artistas gaditanos. La inspiración les silba al oído, pero es difícil encontrarla. Por Carnavales la esperan y les merece la pena. A ellos y Cádiz entero. Gracias. Esto sigue siendo igual de grande.

El Maligno
Este tipo me recuerda a mí algo, un poco Currelantes, ¿no? Y qué más iba yo a decir…, que esta gente antes eran más guapos. Ea, ahí lo lleváis, por cantar tan bien.

Paso por Cuartos de Final

Puntuación: ****

San Benigno: Y Tino vuelve para encender un teatro que con la llegada de la madrugada se ha quedado un poco frío. Lo hace con su canción, la de Cádiz, la del pasodoble redondo, la de las voces que apagan los murmullos. El milagro comienza. No pueden dar más que estas canciones de Carnaval. No hace falta nada más, desde luego. La guitarra suena de maravilla, con los ojos cerrados, mejor. Primer pasodoble. Martes y jueves, vuelco en el corazón, mariposas en la barriga. Le van a ver de cinco a siete. Siempre con la duda de sí serán importantes para él. Saben que se pierden muchas cosas, pero necesitan que entienda que no son unos sinvergüenzas, que quieren estar a su vera. El tiempo vuela a su lado. Dos horitas para verte y te me has ?quedao? dormido. Qué mala suerte para ese padre. Qué suerte para nosotros que lo podemos escuchar. En la segunda letra se preguntan cuál fue ese momento en que cambiaron. Cuándo esta sociedad empezó a dejarse engañar, cuándo se admite esa violencia verdadera de saber que tu alcaldesa vota en Madrid en contra de que los barcos vengan a Cádiz. No es cuestión de derechas o de izquierdas, sino de una sociedad que ha perdido su conciencia de clase. Cómo se aguanta que ocho inocentes hayan ido a la cárcel por defender el trabajo en la Bahía. ¿Dónde están los gaditanos?, con lo que nosotros fuimos. Esto debe valer muchos puntos. Un cuplé para el libro de Belén Esteban, que tardó un año en escribirlo… y la editorial, seis en corregirlo. El segundo, para la elección de Tino como Dios Momo. Cómo escriba el pregón al mismo ritmo que la comparsa, van a quemar al Momo a la vez que los Juanillos. El pasodoble es un prodigio de musicalidad. De esos que cuanto más los escuchas, más te gustan.

El Maligno: Esta comparsa, como casi todas, va demasiado al límite, y a veces hay accidentes. Cosas que pasan. Que le pasan a otros, claro, a mí nunca, ni a Juan Carlos, ni a los Carapapa, ni a Bienvenido.

Paso por semifinales
Puntuación: ****
Don Benigno
Todo o nada, no hay más caminos. Lo sabe el autor, lo sabe su comparsa. Hoy se la juegan y dan el do de pecho. Ellos ponen la garganta, pero es Tino Tovar el que tiene en su pluma la canción de Cádiz. Se presentan con más fuerza que nunca. Le cantan en el primer pasodoble al cuerpo de la mujer, donde se encuentra la luz verdadera, la que te devora. Ese cuerpo traza su infinita dulzura en todos sus rincones. Cuerpo que da la vida, cuerpo más que vivido. No hay un dios que conciba en su interior dos latidos. Ese cuerpo señalado por la Iglesia y sus esbirros vuelve a sentirse perseguido. Esa es la nueva cruzada de los que nos gobiernan. Los que hablan de amar la vida cuando la vida aún ni siente. Y cuando nace la vida olvidan que siente y padece. Les da igual que esos niños no sean queridos, que pasen por la vida sin techo y sin padre. A otra cosa mariposa, que la culpa es de la madre. Otra letra que deja sin aliento. El segundo pasodoble, para ese corazón que tiene que hacer frente a la muerte de un cuerpo para darle vida a otro. Con eso corazón entrego el testigo de la experiencia vivida. Se acaba el camino, se acaba tu compañía. Corazón, viejo amigo, dile a ese que ahora te abriga que sienta en cada latido. Que ame con tu fuerza, que viva una vida plena, que te disfrute mientras que pueda, que ame a sus hijos y a sus amigos, a quien duerme a su vera. En un rincón del planeta un humano es tan humano que su corazón nos deja. Se escapan algunas lágrimas en el público. En los cuplés tienen el arte suficiente como para reírse de ellos mismos. El popurrí sigue sonando de maravilla. Se crecen en este pase. ¿Siempre la misma canción? Ojalá. Y si no, que me quemen con el dios Momo.
El Maligno
Mira que cantarle el Tino a un trasplante de corazón, con lo fácil que hubiera sido volcar el teatro cantándole a Juan Carlos o a la infanta. Qué poca vista.

Pase por la Final:
San Benigno: Tino Tovar va camino de convertirse en el gran poeta del Carnaval deCádiz, recogiendo el legado de autores que, como Pedro Romero, han dejado su impronta en la historia del Carnaval, con unas letras que son puro sentimiento. Con ‘La canción de Cádiz’ ha vuelto a encantar a los aficionados. Con algún altibajo, cierto, pero cuando se juega a este nivel es inevitable que alguna vez te pillen en fuera de juego. Hoy, además, salen al escenario con coraje, dejándose el alma estos comparsistas que son conscientes de lo que se juegan. Le cantan el primer pasodoble a una acusada que se enfrenta a las preguntas del juez. Levántese y conteste. Ella sabe que la ley no le ampara, pero viene a decir que de nada se arrepiente. Prefiere estar sentenciada, porque si ha ocupado esa casa al menos fue buena madre. Señor juez, dígame qué haría con sus tres hijos durmiendo dentro de un coche, acurrucados y pasando frío. Si allí no vivía nadie, no se me venda a los banqueros, que ya bastante ha mamado el Gobierno. Que hay muchas casas vacías. Sólo quiero que un juez me diga si es más delito darle tres patadas a una puerta o quedarme muerta en la calle con mis hijos. Tino Tovar se ha convertido en un especialista en este tipo de letras. No creo para nada en eso del periodismo cantado, pero sí es cierto que coplas como estas sirven para contar historias reales, y con una sensibilidad que no se puede plasmar en las páginas de un periódico. El segundo pasodoble es para ella, que era tan guapa y tan niña, y él tan golfo que al oído le cantaba. Cuánto más le cantaba, más bonitas y sencillas sus canciones le rimaban. Fue su musa. Su vocación de poeta con su pasión despertó. De noche en su casapuerta, que no se enterasen sus padres. Y en esa esquina donde nadie les veía les subía hasta la fiebre. La dejaba y se volvía a su barrio, donde mil canciones le nacían. Desde entonces, fiel compañera, tanto ha llovido, tanto inspiraste a este junta letras que te la debía. Cuando algunos te dicen que si ya estás harta de tanta comparsa y de tanta lucha, él, el autor, se ríe de todos ellos, porque esta comparsa no existiría de no ser por ti. Una maravilla. Un cuplé se lo dedican a Ortega Cano, que será el que coja siempre el jabón en las duchas de la cárcel. El otro cuplé es para Rosa Benito, que ha sufrido una infidelidad de su marido. En su primer pase en este Concurso la comparsa cantó que, si en algún momento dejan de venir al Falla, será porque ya no les queda nada dentro que cantarle a Cádiz. Da igual que ganen o no (probablemente a ellos no), pero los aficionados necesitan de autores como Tino para seguir creyendo en esta fiesta que deja tantos sinsabores en forma de titular de prensa. Y, ¿siempre la misma canción? Pues si es como esta, por qué no.

El Maligno: Los cuplés están regular. Es lo que tiene cantar esos pasodobles, que ya todo lo que viene detrás parece poco.

ANTONIO M. DE LA VEGA