La vuelta a Cádiz en 80 mundos

Por  0:00 h.
La vuelta a Cádiz en 80 mundos

Localidad: Cádiz
Faly Pastrana Guillén
En 2015: La niña bonita

PASO POR LA FINAL

San Benigno:
Ni porque sean ya las seis de la mañana levanta el pie del acelerador el coro de Pastrana. Suena rotundo, como siempre. Hoy traen un tango para contar que son de una tierra donde los jardineros hablan con sus rosas, donde los marineros hablan con las olas, que tiene un himno que habla de suegras, hasta la lunas viene a bañarse en sus aguas. Cuando canta un gaditano el mundo cabe en sus manos, vuélvete loco con él. En el otro tango hablan de la Final de cuatro. Recuerdan algunas grandes agrupaciones que han sido cuartas en una Final y han hecho historia en el Falla. El estribillo se va a cantar mucho en la calle. A lo mejor los dos cuplés de hoy no tanto. La música es magnífica del principio al final.

El Maligno:
Yo me alegro por ellos que se conforman con imaginarse los viajes, pero yo quiero salir de Cádiz, que no tengo tanta imaginación.

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR SEMIFINALES

San Benigno:
Las Semifinales del concurso empezaron de forma espectacular, con el coro de Pastrana y sus delirios viajeros sin salir de Cádiz. Este coro suena sin fisuras, potente, afinado. No hay pega posible. Además, esta noche los tangos son de los que marcan la diferencia. En el primero cantan que viajando mucho dicen que se cura la ignorancia, que es lo mejor para la cultura. Así han visto el sentimiento patriótico del estadounidense, del africano. Es lo que sienten los pueblos entregados, como se vio cuando Francia entera cantó la Marsellesa por la sangre de sus hermanos. Un pueblo siempre es más grande cuando está unido, y no en manos de un nido de buitres y carroñeros unidos por su dinero. Con esa base será difícil que España dé una lección de unidad parecida. Para cantar el segundo tango salen cuatro pequeños, hijos de algunos componentes del coro. Y digo bien, cantan. Se sonríen entre ellos, nerviosos, tocan las palmas con arte y ya el Falla está entregado. Mira sus manos cómo se mueven, cómo se expresa tan chiquitito, qué gracia tiene, envenenado con su tanguillo. No me explico cómo se aprende hasta los gestos de mi expresión. Estos padres se estremecen de la emoción. Ese niño es lo que más quiero. Entre los besitos de tu madre y los tangos de tu padre tú serás siempre tanguero. Ole, vivan los compases que en sus venas está inyectando el tango. Tango que levanta las pasiones en la plazas de San Martín y el Cañón. Vamos chiquillo mío por Carnavales con el tango a la calle. Que el tango no tiene enmienda, que tú siempre lo defiendas, niño de mi corazón. El Falla despide en pie a estos pequeños coristas y sus padres no pueden ocultar la emoción. Nadie puede en realidad. En los cuplés bajan el nivel, pero se lo perdonamos. Ea, lo de hoy por si alguien no contaba con ellos.

El Maligno:
Yo no es por ná, pero seguro que los del coro de Luis Rivero bailaban ellos mismos la cuarteta de los leones. Está gente es que tiene menos flow.

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR CUARTOS DE FINAL

San Benigno:
Yo tantas vueltas no, que me mareo, pero un par de vueltas me daba por Cádiz con mi walkman escuchando este coro que suena mejor que el Orfeón Donostiarra. Comienza el viaje musical. No hay que bajarse, que empiezan los tangos. El primero es para Luisa, que empieza a coser disfraces para adornar la locura de estos coristas. Mari Pepa da los detalles. Tamara escribe y Nuria remata, que aquí hay mujeres que no se callan. Adelita cuenta las cosas de Cádiz. Lucía y Charo se entregan con sus coros y sus tangos. Y Carmen engarza las coplas de su comparsa con las de la callejera de Ana. Este es el papel que las gaditanas se han sabido ganar en el Carnaval. Muy bueno. En la segunda copla cuentan que en el Parlamento se ha producido la imagen que muchos criticaban, la de un niño amamantándose. Increíble que eso escandalice en un sitio en el que los políticos llevan tanto tiempo mamando. Un cuplé a los cubatas de la Encarni, que ya no sabe que echarle a los gin tonics. El otro, a una postura sexual muy incómoda. Gran estribillo para dar la vuelta al mundo sin salir de Cai. El popurrí es una delicia. Seguirán sellando el pasaporte, de eso no hay duda.

El Maligno:
Pues para tener tanto mundo siguen con los vicios del gadita: venerar al Cádiz en Carranza y morir en el Falla en Carnaval.

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR PRELIMINARES

San Benigno:
No hay nada como ver cada mañana un nuevo sol que me llama y se mete en mi cama, dice el coro. Y yo añado: No hay nada como empezar una noche de Falla con el coro de Faly Pastrana. Por más vueltas que den por el mundo estos viajeros siempre vuelven a Cádiz. Menos mal. La instrumentación de la presentación es espectacular. De las voces no hace falta decir nada. Lo dicen claro, apuestan a ganar. Pues nada, suerte en este viaje, que promete tener muchas etapas. Comienzan con muchísima fuerza y siguen en la misma línea con los tangos. El primero, con una falseta que es toda delicadeza, es para el tango que nace en la Caleta. Esa playa que sirve de cuna para los sones más gaditanos, lo mismo que para las barquillas. Tanguillo de corales, recién nacido que llora notas musicales. Qué guapos los padrinos, Catalina y Sebastián. Qué maravilla de bautizo. Qué bonito tango, sencillo, sin estridencias. El segundo es para los aficionados a los que nunca les dan ventaja. Entienden que estén mosqueados con el reparto de las entradas. Hoy está aquí su madre, que nunca pudo venir al Falla. Y eso es gracias a la medida aprobada este año de dar entradas a los componentes de las agrupaciones que actúan en el día. Qué menos que tener una entrada para su madre después de tanta lucha. Y que conste que tienen que pagarla. Terminan dándole otro palo al Patronato y el público se vuelca con ellos. Y llegan los cuplés. Uno para la campaña televisada de las últimas elecciones, en la que Rajoy se partió la cara por ganar. Y el otro, para Rafa Benítez. Simpáticos los dos, bien construidos. Se dan una vuelta por el mundo en el estribillo, pero sin salir de Cai, eso sí. El popurrí es un otro viaje, pero musical, por el mundo entero. La ranchera, de gran categoría. Nivelazo.

El Maligno:
Hay que ver que con todos los instrumentos que han tocado no ha sonado ni un pito de caña. Yo creo que en verdad no son de Cádiz…

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega