Los rocamboles

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Localidad: Chiclana
Letra: Manuel Meléndez Butrón y Jesús Moreno Vázquez
Música: Verónica Aragón Leira y Francisco de Asís Sánchez Payán

San Benigno: Vaya sorpresa cuando se abren las cortinas, porque quienes están en el escenario son varios componentes de ‘Los sereníssimos’, la chirigota chiclanera, con el Molina al frente, que se lleva a sus compis a tomarse una copita con el ritmo que él le da a todo lo que hace. Y es entonces, cuando el escenario queda desnudo, cuando suena la guitarra de la comparsa hermana para presentarse. Vienen a robar a este museo que es el Falla la joya que más desean, una tacita de plata que duerme dentro de una urna. Ellos son los ladrones que quieren llevarse el gato al agua, aunque saben que no va a ser fácil. Esta es la banda de los Rocamboles. Van con el primer pasodoble. Se nota la mano de Pacoli en la música. Escucha chaval, tú que eres joven y que empiezas a creerte eso de la libertad. Cuidado, que no te la roben. Cada cuatro años te prometerán lo que nunca cumplirán, no les creas, que esos se han hecho poderosos por ser ladrones. Si te piden ayuda ofrece tu mano, pero sostén con la otra un puñal, por si te encuentras con uno de esos traidores. Y de todas formas, siempre queda la salida de buscarse la vida como Rocamboles. Eso han hecho ellos, que son unos ladrones aventureros nacidos de la imaginación del escritor francés Pierre Alexis Ponson du Terrail. En el segundo pasodoble hablan de una leyenda gaditana sobre un señor en una aduana con dos maletas llenas de poesías que dedicó a Cádiz. De ellas salieron un disfraz de pregonero y el detalle de dos calles en Cádiz y en Ayamonte. San Pedro en la aduana le dijo que no podía pasar con ese equipaje. No pasa nada, solo le pidió poder llevarle de regalo a su madre un reloj de pulsera, como cantó en vida. Para don Enrique Villegas. Discretos los cuplés. No tienen malas voces los chiclaneros. Lástima de una confusión en el popurrí.

El Maligno: La banda de los Rocamboles dicen que su magia es infernal. Yo no entiendo ná, ¿pero qué son ladrones o magos? ¿o ladrones magos? Ojú que lío. Yo del tirón, nada más verlos, me he dicho: Estos son los famosos personajes literarios del siglo XIX francés. Sí, sí… Es todo tan rocambolesco…