Una especie en extinción (los chirigoteros)

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Una especie en extinción (los chirigoteros)

Localidad: Cádiz
Manuel Santander Cahué /Antonio Martín García
En 2015: Los del puntazo en el coco

PASO POR CUARTOS DE FINAL

San Benigno:
Los más valientes de La Viña siguen empeñados en recuperar las cosas antiguas de Cádiz. Hombres de verdad, que cuando se resfrían se untan Vicks VapoRub hasta en las tostadas. Esos tío están en especie de extinción. A mi es que estos cazadores me apuntan con esa escopeta tan chirigotera y ya me hago hasta el muerto. Y si no me dan, pues ya me muero con este compás chirigotero de los pasodobles. En el primero aprovechan los focos que hay sobre ellos para contar una mijita de sus vidas. Están decepcionados y con tantos problemas amontonados que para seguir andando cantan por no llorar. Reúnen toda la rabia del año entero y la convierten en pasodoble. Esta es su manera de pelear, de resistir. Lo venden de categoría a pesar de la hora que es. El segundo pasodoble es para los abuelos, los que salvan el país. Tanda de cuplés con dos rombos. Uno al chocolate como sustituto del sexo. El otro para Peter Pan, la Campanilla, etc. Imagínense. Menos mal que avisaron antes de cantarlos. Cazan unos cuantos elementos en el popurrí. Fiel a su estilo chirigotero el cazador debe continuar con su safari.

El Maligno:
Este grupo abusa del dequeísmo de forma preocupante. Si una palabra no entra en la métrica busca otra, Manolo. Todo en la vida y en el Carnaval no se puede arreglar con un «de que».

PUNTUACIÓN: ****

Antonio Muñoz de la Vega

PASO POR PRELIMINARES

San Benigno:
Se ha hecho de rogar este año Manolito Santander, pero por fin llegó. Era el plato fuerte de la última sesión y no defraudó. De La Viña, no hay duda. Siempre de La Viña. La chirigota empieza con deje cuartetero. Explican que este grupo es de tíos añejos, de aquellos que siguen desayunando migotes de galletas María y se parten el brazo adrede para que les firmen en la escayola. Una especie en extinción, vaya. Son cazadores con una escopeta chirigotera. Si tienes un perro de escayola en el salón y se te pone morcillona con Karina, ten cuidado, que eres su objetivo. Pero sobre todo quieren cazar la chirigota de Cai, la de los dos coloretes, la sencilla, la que llevó los Carnavales al mismo cielo, la que siempre estará viva mientras en Cádiz exista un chirigotero. Qué falta hacía este año que alguien trajera este mensaje. Pues empiezan muy fuertes. La idea desde luego favorece y el arte que tienen la viste. Primer pasodoble en el que recuerdan que se dice que la chirigota se está perdiendo y que el aficionado con las comparsas se ha vuelto loco. Muchos dicen que son una especie en extinción y a estos chirigoteros les late el corazón al ritmo del 3×4 cuando escuchan eso. Que nadie venga a decirles que en Cádiz ya se olvidaron de este compás. Ellos nos lo cantan para demostrarnos que el pasodoble sigue vivo. Cuando se mueran quieren morirse chirigoteros. Ole por ellos. El segundo pasodoble es para esos gaditanos que están chocheando, los que juzgan a los demás por su indumentaria. A ellos no les importa que su alcalde no use chaqueta y se salte el protocolo si cumple con este pueblo con cada una de sus promesas. Prefieren un hombre vestido con la honradez a los que se disfrazan como señores y son tan solo unos sinvergüenzas. Muy cortitos los cuplés. El primero un poco basto; el segundo para la celebración de la investidura del Kichi, mejor. Seguro que tendrán guardados mejores cartuchos. Donde sí que aciertan el tiro es en el popurrí, aunque no terminan de matarme, solo me hieren. Se apuntan a la guerra con una oferta diferente y divertidísima.

El Maligno:
Echo en falta en el tipo algunos detalles más chirigoteros. Y no digo nada más, no me vayan a matar.

PUNTUACIÓN: ***

Antonio Muñoz de la Vega