Los trataratabuelos

Por  0:00 h.
Los trataratabuelos

Letra: José Oliveras y David Cornejo.
Música: Manuel Guimerá de la Peña. Dirección: Jacobo Lucena Borrell

Paso por Preliminares

San Benigno: Si Darwin levantara la cabeza, allí entre Chiclana y Medina, vería con orgullo desde la ladera que sus postulados sobre la evolución de la especie llegan al tango. Los primeros gaditanos, que tenían unas orejas estupendas para colgar las bolsas del súper, ya manejaban las esencias de la pieza clave del repertorio local. Y no hacen más que mejorarlas. No eran fenicios ni romanos. Eran gorilas, pero sin traje ni puerta que custodiar, tipo chimpancé. Sobrevive desde ellos lo mejor de lo antiguo, lo más fuerte, el ?pellizcus intensérrimus?, actualizado con una falseta sublime que provoca una reacción subcutánea gorda aunque los más estirados dijeron que era fresquito que entraba de la calle, corriente. Especialidad de la casa que marca la actuación de este coro primitivo, simiesco, que entre tanta animalidad, fitetú, destaca por la musicalidad. Es decir, que es fiel a sí mismo. Suenan igual de bien que cuando aquel otro mono lanzó el hueso al espacio y habló Zaratrusta. Pero con el mérito añadido de que aquel ni cantaba ni tocaba instrumento alguno. Por mantener su apuesta evolutiva, le dan una vuelta acertada al tradicional piropo en la letra del primer tango. Lograda. Si no redonda, ovaladita por lo menos. Dicen que les gustaría soltarle requiebros a la ciudad pero hacen un paseo por edificios abandonados, solares yermos, proyectos abandonados y barrios parados. Que así no hay quién pueda. En el popurrí hacen honor a su fama de coro ameno, divertido, achirigotado en el más noble sentido del término. Gracias.
San Maligno: La evolución también tiene lacras. Ni cuatro frases tardó en aparecer la peste esa del ?metacarnaval?, que en tiempos no existía. Que si Aragón para arriba, que si Juan Carlos para abajo. De los que no están presentes, no se habla. Pesadez. Los cuplés, tremendamente mejorables. Pero vamos, que yo soy un ?sieso?, triste y ?amargao?. Mira el retrato.

Puntuación: ***

JOSÉ LANDI

Paso por Cuartos de Final

San Benigno: Estos monos están de categoría, igualitos que un amigo suyo que se fue al Zoológico de Jerez. La puesta en escena es espectacular. La preciosa falseta introduce el primer tango, también sobre monos, pero de Astilleros, el que lucieron sus padres. Estos monos ya llevaron a los infiernos a muchos gobiernos que como este los apaleó. La segunda copla se la dedican a la doctrina Parot. Un poco más floja que la primera. Cuplés a los retrasos del segundo puente y a la calor que les da el disfraz. Muy divertidos. Un placer verles y escucharles.

El Maligno: Los monos no dominan la poesía, ni la delicadeza. Una cosa es decir verdades, y otra es la cantidad de palabrotas que emplean en los tangos. Por las ramas no se andan, desde luego.

Paso por semifinales:
Puntuación: **
Don Benigno
Da gusto escuchar a este coro. El más divertido en repertorio y en tipo. Después de esa falseta que sigue resultando deliciosa le cantan en el primer tango a la marca España. Ellos no están de acuerdo con ella, porque hay otra marca que a su tierra la tiene marcada. La de los que no pueden estudiar, la marca de un Parlamento desfilando en los juzgados, la del récord de parados. El segundo, para esos trataratabuelos que en muchos aspectos eran más civilizados que el hombre actual. Los cuplés regular, el popurrí muy divertido.
El Maligno
De los coros que quedan en liza es probablemente el que suena menos compacto. Aunque bueno, si son monos, demasiado que saben cantar. Yo me encuentro a uno por la calle y corro.

ANTONIO M. DE LA VEGA