Levántate Tempranillo

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Levántate Tempranillo

Letra: Manuel Antonio Calderón
Música: José María Durán Monroy

Paso por Preliminares

San Benigno: Bandoleros rebeldes, claro. Vienen largando. Se declaran republicanos y pronostican que la monarquía morirá con Juan Carlos I. Piden «revolución» en el estribillo. A saco. Canción-protesta versión comparsa. Suenan bien, voces labradas, conjuntadas, eco de comparsa clásica, estándar. Buenos guitarras. Como muchas que han llegado de más allá de Cortadura, le cantan a Susana Díaz. No deja de ser histórico su nombramiento. Le piden que sea madre dura. Consiguen contar y disfrutar sin que nadie lo lamente.

El Maligno: Vale que se declaren republicanos pero eso de empezar un pasodoble con «infanta de mierda» está al alcance de cualquier inteligencia. Hasta de la mía. Les deslucen esos detalles, como el tipo, tan manido como simple por más que sea en versión alzamiento popular.

Puntuación: **
JOSÉ LANDI

Paso por Cuartos de Final

Puntuación: **

San Benigno: Muy tarde, a las dos y diez de la madrugada, salieron a escena los algecireños, pero aún quedaban ganas de disfrutar de un repertorio que dejó una muy grata impresión en Preliminares. Buenas voces tienen estos bandoleros que quieren hacer de Andalucía la patria que siempre quisimos tener. Piden en el primer pasodoble que no los llamen compañeros. Cuando ven a un sindicato también ven al enemigo. Sindicatos que se engordan y apoltronan a base de subvenciones, que son presos de los perros del Gobierno. Los que se van de comilonas con los fondos para el empleo. El sindicalista de verdad es que el que sale a la calle y por el obrero entrega su sangre. El que no lleva pancarta porque tiene la valentía de enfrentarse al que le niega el pan a su gente. Por ese, ellos lucharían. El segundo pasodoble para los inmigrantes que llegan a la frontera de Ceuta o Melilla. Tú tranquilo Mariano, electrifica las alambradas o tírales bolas de goma. Que les sirva de escarmiento, que con unos cuantos muertos los demás se acojonan. Sólo te deseo, Rajoy, que un día te veas como ellos, ante una alambrada temblando de miedo. Un cuplé merengón y el otro para su vecina y su familia numerosa. Correcto el popurrí. Han hecho un digno papel. Pero nada es para siempre.

El Malingo: Les falta algún detalle más carnavalesco en el tipo. Así, quizá, no resultaría aburrido. Los cuplés deben ser su arma de asalto más mortífera.

ANTONIO M. DE LA VEGA